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He Will be Loved-2.

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Sieg-Phantomhive's avatar
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Literature Text

Título:  He Will be Loved.
Pareja: GeorgexRingo.
Capítulo:  2/3.
Disclaimer:  Ni Richard, George, John o Paul me pertenecen, yo sólo invento todo esto.
Dedicado a: :iconritchstarkeyh: y :icondianacc: por esperar, preguntar sobre esta historia. Espero que les guste!!!



HE WILL BE LOVED





CAPÍTULO II.

4.


George parpadea con confusión mirando al chico que está detrás de las piernas de Paul sosteniendo con fuerza la mano izquierda de su amigo; es casi rubio, de ojos café claro, pequeño, delgado, con un moretón en proceso en la mejilla derecha y con un jodido y enorme parecido a Lennon. Harrison frunce el ceño y desvía su mirada a Paul. Su mejor amigo trata de mostrar una sonrisa que falla al sentir su labio partido. McCartney hace una mueca y con la mano con la que sostiene al chico hace que este se pare delante de él.

El niño tiembla como hoja, George apuesta que el frío de Liverpool no tiene absolutamente nada que ver con ello. Apenas usa una camiseta de mangas cortas a rayas rojas y blancas, junto con una pantaloneta negra y unas converse verdes. Paul se agacha levemente y pone su chaqueta del colegio en los hombros del niño. El pequeño quita su mirada de George y mira a McCartney con una pequeña sonrisa, Paul dobla las mangas de la chaqueta hasta que las manos del niño aparecen y la abrocha en el centro; después de eso se levanta no sin antes darle una sacudida amistosa al cabello.


— Él es Julian — Paul se muerde el labio —. No tiene donde quedarse…y en mi casa es imposible.
— ¿Julian qué?
Paul parpadea visiblemente incómodo.
— Julian Lennon. George por favor necesito que me ayudes, es sólo un niño, tiene apenas seis años.
— No es hijo de Lennon ¿verdad? Porque su parecido con él es innegable — Harrison sacude la cabeza.
— No, no, claro que no. Julian es su hermano menor.
— ¿Y qué rayos hace contigo? — El niño retrocede un poco ante la mirada de George — ¿Dónde está Lennon? ¿Por qué carajos tiene él la mejilla así…y tu labio? ¡¿Qué diablos está pasando Paul?!
— Ahora no te lo puedo explicar…mejor dicho no te lo puedo decir. Sólo tienes que saber que Julian no tiene en dónde quedarse, en mi casa es imposible, mis papás van a hacer preguntas. Ellos conocen a Jules pero se les hará raro. Tú ahorita sólo estás con tu hermano Pete y Harry ¿no? Sólo será por un par de días, yo vendré a verlo, te lo prometo Geo. Un par de días por favor, es todo lo que te pido, nada más.


Paul ahora parece mirarlo con ojos de cachorro. George ve como su amigo se agacha detrás de Julian, lo toma por los hombros y sonríe, una sonrisa totalmente enorme acompañada de una mirada llena de una ternura y cariño mientras observa al niño;  esto sorprende  a Harrison, su amigo nunca había mirado a nadie de semejante forma, ni siquiera a su ex novia Jane.

Julian sonríe ante la mirada que le da Paul y lo abraza con sus delgados brazos por el cuello. Paul lo alza en sus brazos con un impulso y el niño suelta una pequeña risa infantil que hace reír también a McCartney. Julian esconde su cabeza en el cuello de su amigo y Paul vuelve a mirar a George suplicante.


— Por favor Geo — repite — Jules es un niño muy listo, él no te dará ningún problema, te lo aseguro. Es un niño muy tranquilo, sabe perfectamente cómo comportarse en casas ajenas.
— ¡Pero Paul! ¡Sólo tengo dieciséis años…! ¿¡Apenas me cuido yo y si voy a cuidar de un niño de seis!? ¡Eso es jodidamente imposible! — Harrison mueve los brazos algo desesperado.
— No tengo nadie más con quien dejarlo Geo, créeme que no te pondría en esto si así fuera.
— ¿Dónde está su hermano?
Paul suelta un suspiro algo cansado.
— Sinceramente no lo sé. Eso es lo que menos me importa ahora Geo — McCartney gruñe — Lennon se puede ir muy para el carajo si así lo desea el mundo— Julian hace un ruido —. Lo siento Jules, esta vez se lo merece. Mira, no hay nadie más en casa del niño, no lo puedo dejar allá solo.
— Así que te lo has traído para acá.
— ¿A dónde más lo llevo? En mi casa como te he dicho antes no se puede. Van a hacer  preguntas… Si el problemas es el dinero, yo te dejo algo, he estado ahorrando para una cosa…pero ahora es más importante esto.
— ¿Le has traído algo de ropa al menos? — George pregunta ya cansado.
— Eh, sinceramente no pensé en ello — Paul parpadea —. Puedo conseguirle algo. En mi casa aún tenemos la vieja ropa de Mike.
— Sólo serán un par de días Paul, no más — George no puede evitar sonreír ante el chillido de su amigo y la pequeña sonrisa que le dedica Jules.


Aunque eso no evita que Harrison piense acerca del paradero del Lennon mayor. ¿No se supone que él debería estar cuidando de su hermano? Porque al parecer eso es lo que menos está haciendo. De hecho, por la forma en la que Paul sostiene al niño, pareciera que se preocupa más por Julian que el propio John. No es de sorprender, a su amigo siempre le han gustado los niños y a la vez parece caer bien a estos… Para George eso no responde todavía el porqué Paul se está haciendo cargo de un niño que no tiene nada que ver con él y además porqué su familiar cercano no está ni siquiera presente.

Julian se queda con él  apenas Paul se escapa para recoger algo de ropa para el niño. Así que George sólo entra su casa, enciende el televisor y espera que la miniatura Lennon se entretenga con el programa de muñequitos…más Julian sólo lo ve con una ceja alzada como diciéndole “tú grandísimo idiota  piensas que yo voy a ver esto”. Harrison suspira, se acomoda al lado del niño en el sofá y en cambio pone su programa de televisión favorito: Doctor Who,  porque siendo sinceros ¿a qué británico no le gusta el Doctor?


— Él ve eso — Julian a su lado hace un puchero con sus labios tímidamente mirando a George — ¿Te gusta a ti también?


A Harrison no le gusta compartir ese gusto con Lennon, suponiendo que están hablando de él, más eso no evita que asienta. No va a negar su gusto por el Doctor aunque eso signifique que tiene algo en común con el idiota más grande de todo Allerton y probablemente también de todo Liverpool. Además Richard prácticamente idolatra el programa desde que era un niño…y a ambos les gusta la TARDIS y los Daleks… y todo lo que tiene que ver con el programa en sí.


— A veces pienso que le gusta más ese programa que yo — Julian se encoge —. Él dice que yo no sé apreciarlo — hace una mueca —, en realidad no me gusta para nada, es un programa muy viejo…y he sido obligado a verlo tantas veces que lo odio completamente.  


Oh, esos son terrenos que George no desea tocar por nada. Al parecer los hermanos Lennon tienen un conflicto familiar, eso es algo en lo que Harrison no está dispuesto a involucrarse. John Lennon nunca ha estado entre sus personas favoritas, más ver la cara del niño mientras habla sobre su hermano le sorprende, confunde y molesta; por qué, bueno, está comenzando a pensar que el moretón en la mejilla del niño y por lo tanto el labio partido de Paul, es nada más que obra de Lennon. Se traga lo que está apunto de escupir y sólo se limita a pasar el canal, Julian da una pequeña sonrisa y se concentra profundamente en otro programa, uno al que Harrison no le pone interés.

Paul se aparece una hora después con una mochila en su hombro y dos paquetes de Jelly Babies. Harrison sonríe con felicidad a penas abre un de los paquetes, el otro es para Julian, saca una gomita y la mete en su boca. McCartney le susurra algo al niño mientras este asiente rápidamente. Después de eso Paul promete pasar pronto y se despide de Julian con un abrazo y le da a George una sonrisa inmensa para después desaparecer detrás de la puerta.


— ¿Qué te gusta hacer? — George se remueve incomodo en el sofá.
— Cualquier cosa.


Harrison rueda los ojos ante la respuesta del niño. Cualquier cosa es igual a nada. ¿Por qué no simplemente se limita a responder algo conciso y ya? Algo así como: me gusta el baloncesto, futbol, tocar guitarra, ver televisión o simplemente no hables George y déjame ser, esa última convence más a Harrison. Más Julian sólo lo mira con sus ojos pequeños como sí su respuesta hubiera resuelto el problema de George.


— ¿Nada en particular?
El niño se muerde el labio indeciso.
— Me…me gusta cocinar — las mejillas se le llenan de color con rapidez.
— ¿Uh? — Harrison parpadea cual búho— ¿Disculpa?
— Él dice que es un gusto…raro, pero a mi mamá le gusta como cocino — se encoge de hombros —. Me gusta jugar ajedrez.


Harrison es un completo desastre en ese juego y no quiere quedar en vergüenza con un niño de seis años muchas gracias. Cocinar tampoco es algo que le llame mucho la atención, más él sí conoce a alguien que le gusta molestar con sartenes, ollas y todo eso. Oh querido Dios ahora tiene una perfecta excusa para llamarlo sin sonar como un acosador.

Una media hora después en la que Julian se ha mantenido entretenido con un partido entre el Arsenal y Liverpool FC, Richard aterriza en casa de George, el chico carga una sonrisa inmensa plasmada en la cara, los ojos azules le brillan y Harrison piensa por un momento que el chico le saltaría encima sino hubiera visto antes al niño presente. George se maldice internamente por pensar en semejantes estupideces.

Los últimos años han hecho que él logre una amistad más fuerte con Starkey, si bien en cuestión sentimental las cosas no han llegado, ni siquiera empezado en alguna parte. Starkey ha vuelto con Mol, estando  separados sólo un par de meses; Richard ha dicho que ella es la mujer de su vida y que no sabe cómo la había dejado ir, según él, ella piensa lo mismo. George había recibido la noticia como un golpe, más había hecho buena cara y les había deseado mucha felicidad. En este momento él se encuentra más resignado que cualquier otra cosa, a Richard no le gustan los hombres y está muy feliz con su novia, ambos van a la Universidad de Liverpool y ven a Harrison como un pequeño buen amigo. Desgraciadamente. Pero aun así Richard siempre parece valorar su opinión y además gustarle también su compañía, Starkey siempre tiene una sonrisa para él y cada vez que puede le revuelve el cabello y le guiña un ojo.

Puede que nunca sea nada más que un gran amigo de Richard, pero eso es mejor que nada, después de todo el chico ni siquiera ha dejado Liverpool a pesar de que su novia insistiera en que ambos fueran a Londres. Harrison no sabe cuáles han sido las razones de esa decisión, aunque en realidad no le importa.


— Vaya…


George sonríe ante la sorpresa de Ringo al ver al niño sentado en su sofá. Julian lo mira tímidamente a penas el chico se sienta a su lado. El partido aún no ha acabado así que Richard se limita a sonreírle mientras ambos ven el juego. Es más que evidente que el pequeño Lennon apoya a los Gunners, Harrison no es muy fan del fútbol por lo que en realidad no apoya a ninguno de los dos equipos, más Starkey no ha podido evitar preguntar a Julian si es que acaso no era hincha del Liverpool FC. El niño sólo lo ha mirado y se ha encogido de hombros alegando que el hecho de que haya nacido en Liverpool no quiere decir que tenga que apoyarlos. Lo vuelve a demostrar cuando levanta el puño y suelta un pequeño grito apenas el Arsenal anota un gol. Richard se limita a negar con la cabeza.


— Es idéntico a John… ¿estás seguro que no es su hijo? — Susurra Ringo apenas termina el primer tiempo.
— Sí estoy seguro, es su hermano menor, Paul me lo ha dejado encargado — George se sube al mesón de la cocina apenas entran a esta y observa junto a Richard al niño —. A decir verdad no sabía que Lennon tenía un hermano menor.
— Yo tampoco…aparte de lo físico no parecen tener mucho en común.
— De hecho, yo creería que se llevan de todo menos bien — George deja escapar un suspiro —. No es que lo pueda culpar, si yo me desespero de ver a Lennon tan sólo por un par de segundos, no puedo imaginar que es tenerlo prácticamente las 24 horas del día.
— ¿Ese golpe en la mejilla…?
— No tengo idea, tampoco le he preguntado. Cuando Paul lo trajo él tenía un corte en el labio, creo que fue Lennon, pero no puedo garantizar nada — Harrison ve a Julian dirigirse hacia ellos — ¿Qué quieres preparar? ¿Algo en mente?
El niño lo mira por unos segundos y después muestra una pequeña sonrisa.
— Galletas de chocolate o tal vez brownies.
— Oh yo también quiero un brownie — Ringo sonrío —Hace mucho que no como uno de esos… ¿tienes los ingredientes acá Geo?


El aludido sólo se limita a tomar las llaves de la casa, una chaqueta para él, busca una para Julian en la mochila que trajo Paul y se dirige a la puerta; Richard toma la mano del pequeño Lennon y sigue a Harrison sin preguntar. Quince minutos después los tres chicos se encuentran en el supermercado más cercano de la casa de George. El cuadro de por sí debe verse ridículo, Ringo sostiene una de las manos de Julian quien se balancea totalmente emocionado en sus pies mientras George con una cara de póker carga la canasta azul en una  mano siendo la otra ocupada por el niño. Julian es el encargado de coger los materiales que Richard dice  necesitan para hacer los brownies, lo hace con tanto entusiasmo que Starkey no puede evitar sonreír divertido ante el comportamiento del niño. Harrison se limita a cargar la canasta y a tratar de devolverle la sonrisa a Julian cada vez que este le sonríe. Él nunca ha sido bueno con los niños, no va comenzar ahora. Starkey por otro lado parece llevarlas bastante bien con el niño quien si bien no es el típico Lennon hablador sí lleva una sonrisa inmensa en el rostro y de vez en cuando habla sobre algo.

Media hora después George suspira feliz al dejar las compras en el mesón de su cocina. Richard abre los paquetes y delega funciones a Julian. Harrison no alcanza a huir de la cocina cuando Starkey lo pone a cortar las nueces y después a derretir el chocolate y la mantequilla, Julian a su lado sonríe apenas se pone a separar la yema de los huevos de la clara. Richard por otro lado parece bastante preocupado en engrasar el molde rectangular donde al final pondrán la mezcla. Después de mezclar todos los ingredientes es  Julian quien deja caer la mezcla en el molde para que después Richard lo deje en el horno por unos 25 minutos más o menos.

Tiempo después apenas Starkey saca los brownies del horno todos se sientan en la mesa y es George el primero en morder el ponquecito, un murmullo de gusto sale de su cuerpo para después mostrar una sonrisa totalmente complacida. Julian por otro lado toma el tarro de helado de vainilla que había estado guardado en la nevera desde que lo compraron y con una cuchara saca una bola de helado para él y otra para Richard poniéndolos encima de cada brownie. Harrison hace un puchero al ver el poste  y a cambio recibe una cuchara llena de brownie y helado de parte de Richard.


— No tienes que hacer esa cara Geo, sólo me tienes que preguntar y con gusto te daré más.
Julian bufa y Harrison sonríe.
— Oh Ritch eso no tienes que repetírmelo. Con todo gusto lo haré.


Al final del día los tres terminan acostados en el sofá de la sala viendo una película. Julian cae dormido con rapidez al lado de Richard quien bosteza y se refriega los ojos con cansancio, es cuando George siente algo en su hombro que gira a mirar, su sonrisa cubre casi toda su cara cuando ve la cabeza de Starkey acomodada en su hombro, tiene los ojos azules cerrados y los labios entreabiertos, murmura algo entre sueños y se acomoda aún más en contra de Harrison. George piensa estúpidamente que puede morir feliz en ese preciso momento, en el fondo, muy en el fondo, agradece la estancia de Julian con él, porque así tiene una excusa para ver a Richard.


— Geo…

El murmullo de Richard lo hace sonreír aún más.


5.

George de 17, mira con ojos aburridos la borla cayendo del birrete azul puesto en su cabeza. No es que no le emocione la graduación, de hecho prácticamente puede saltar en una pata porque por fin está dejando el aburrido y caótico instituto, es sólo que tanta parafernalia no es para él, sobre todo cuando es tan jodidamente larga y monótona. En este momento él sólo puede pensar en el pastel que su madre ha hecho para celebrar su grado. Se traga un bostezo y con los ojos cayendo de sueño trata de seguir la celebración.

Paul unas filas más atrás dormita con la cabeza caída y la boca entreabierta, el birrete se sostiene aún de su cabeza y la borla cae grácilmente en su nariz, el piercing en su ceja brillando por el sol. George suspira, su mejor amigo debería haberse graduado hace un año, pero debido a tantas fallas el semestre anterior Paul perdió y tuvo que volver a repetir un curso que por poco vuelve a tirar a la basura, Harrison aun no entiende como alguien tan inteligente y responsable como McCartney terminó siendo todo un desastre y decepción en su último año…un año en el que Richard voló a Londres y Lennon terminó siendo expulsado del instituto de Artes al que iba por armar una pelea estando borracho en pleno auditorio.

Harrison deja escapar un suspiro, Richard…se había ido de un momento a otro y sin avisar. Ni siquiera una llamada o un correo, sólo había agarrado sus maletas y junto a Mol había tomado un autobús directo a algún lugar de Londres. George se sintió tan dolido que nunca trató de contactarse con el chico de nuevo, de hecho esta es la hora en la que aún no sabe nada de él, no ha sido ni siquiera capaz de cruzar la calle y preguntarle a sus padres sobre el paradero de Richard. Además no es que fuera su culpa, era Starkey el que se había volado sin dar explicaciones, George no tiene por qué sentirse culpable y miserable…aún después de tantos meses sin verlo; debería odiarlo de hecho, odiarlo con todas sus fuerzas por lo que hizo, por dejarlo abandonado sin una excusa o un hasta luego.


— Harrison George.


La voz del rector llega a sus oídos, alcanza a oír a Paul gruñir algo y sin mirar a atrás se levanta y se dirige hacia el escenario; recibe el cartón enrollado con un asentimiento y una pequeña sonrisa. Ve a su padre con una cámara y espera a que le tomen la foto para poder bajar, sentarse de nuevo y esperar a que tanta estupidez lo deje libre de una vez. Recordar a Richard lo ha deprimido.

El tiempo pasa aún más lento, al menos antes estaba pendiente del momento en el que lo llamaran, ahora sólo espera con ansias que termine y pueda irse a su casa a refugiarse en un trozo de pastel. Escucha a alguien llamar a Paul con un susurro y cuando el rector vuelve a repetir el nombre de su amigo está vez con un tono de molestia y decepción evidentes en la voz, George ve a Paul levantarse con desgana, caminar despacio hacia la tarima y recoger con un muy leve reconocimiento su diploma, apenas abre los labios ante lo que le dice el rector y con una sonrisa falsa, de esas que sólo tiene ahora, posa para la foto que su padre le está tomando. Harrison hace una nota mental para hablar con McCartney, al parecer, piensa, lo ha dejado bastante descuidado este año. Su mejor amigo luce de todo menos bien.

Una hora después todo ha terminado finalmente. George ha logrado encontrar a Paul, el chico está hablando/discutiendo con su padre entre susurros. Seguramente, Harrison cree, sobre su no futuro en una universidad, George no lo puede culpar, él tampoco quiere seguir matándose en una cárcel como esa, o tal vez están hablando sobre algún nuevo problema en el que se ha metido, algo bastante común desde que Lennon y Paul  dejaron de ser amigos hace un año después del problema con Julian, situación de la que Geo no supo nada pero aun así estuvo sin querer involucrado.  Cuando ni McCartney padre e hijo dejan de discutir Harrison se encoge de hombros y se retira en busca de su familia y posiblemente su anhelado pastel.

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Una semana más tarde George se encuentra frente a la puerta de la residencia McCartney, después de tres toques insistentes, Mike, hermano menor de Paul, abre la puerta. El chico alza una ceja y mueva su cabeza como un saludo. Sin decir nada Mike grita el nombre de su hermano, deja que George pase a la sala y se retira en dirección a su cuarto. McCartney no demora mucho en llegar, tiene el cabello yendo de lado a lado un poco más largo del habitual corte, no se ha afeitado, lleva aun la pijama azul de rallas y los ojos grandes llenos de cansancio y  sueño. Paul le ofrece una media sonrisa apenas lo ve; ha pasado un largo tiempo desde la última vez que Harrison visitó a su amigo. Es como una especie de reencuentro.


— Ey Geo — el chico murmura —. Hace mucho tiempo que no te veía.
— Nos vimos la semana pasada Paul.
El aludido rueda los ojos.
— Sabes a que me refiero — McCartney se sienta en el sofá junto a él —. Así que… ¿En qué soy bueno?
— Sólo quería hablar contigo, como dijiste, hace mucho que no lo hacemos, han pasado tantas cosas últimamente… — George suspira —. ¿Qué has hecho?
Paul se encoge de hombros.
— Nada realmente. Papá aún quiere que vaya a la universidad… ¿Pero para qué? Es decir, ni siquiera sé qué es lo que voy a estudiar. Lo último que quiero ahora es perder mi tiempo…mucho de eso estos últimos años. ¿Has sabido algo de Richard?
— No — George se muerde el labio inferior —. Desde la última vez que lo vi en la fiesta de Sutcliffe no he vuelto a saber absolutamente nada. No lo he llamado, no es que piense hacerlo en el futuro, él tampoco lo ha hecho; no pienso dar yo el primer paso como siempre.
— ¿Has pensado que de pronto Richard sabía que tú estabas interesado en él? — Paul alza una ceja —. Eras un poco evidente a decir verdad.


Oh George lo ha pensado muchas veces, él no es precisamente el tipo de chico que sabía esconder esa clase de cosas. Es probable que todos los que lo conocen, y los que no, lo sepan. George prácticamente flotaba con corazones en los ojos cada vez que veía a Richard. Mol incluso fruncía el ceño cada vez que Harrison pasaba demasiado tiempo con su novio, un novio que no parecía muy molesto por ello, más bien todo lo contrario. Hubo un momento, hace unos dos años, en que incluso George llegó a pensar que Richard correspondía sus sentimientos, siempre parecía tan cómodo, sonriente y feliz cuando estaban juntos, era un chico totalmente diferente al que mantenía una relación con Mol.

Paul lo llegó a sugerir más de una vez, “Creo que Richard está enamorado de ti, te sonríe demasiado para quererte sólo como un amigo”,  George pensó lo mismo, más nunca supo cómo acercarse; y de un momento a otro Richard Starkey había desaparecido con su novia sin decir ni un miserable adiós o dejar siquiera una carta. Harrison ha tratado con todas las fuerzas de su alma decirle también adiós, dejarlo atrás enterrado en lo más profundo de su ser, hasta el momento todo lo que ha intentado ha sido en vano.


— Si ha sido por eso que se ha ido, eso demuestra que no es más que un maldito cobarde.
Paul no puede evitar soltar una risa sin gracia.
— Estamos rodeados de cobardes Geo, cobardes que se esconden detrás de máscaras llenas de encanto y belleza, — Harrison piensa por un momento que Paul no sólo está hablando de Richard —. Uno ya no puede confiar en nadie, todos son unos malditos traicioneros, rastreros, hijos de…
— ¡Macca! — George alza una ceja —. Cálmate…
— Estoy siendo totalmente sincero George amigo mío ¿acaso crees que me equivoco? ¡Claro que no! Es la miserable verdad, a las personas les gusta jugar con los sentimientos de unos cuantos incautos que libres vuelan soñando por todo Liverpool esperando encontrar aquello que tanto anhelan… ¡Como si aquello fuera posible! Los hijos de puta disfrutan de arrancar corazones llenos de esperanza, anhelos, sueños…


George suspira, ha dejado de poner atención al balbuceo sin sentido de su amigo. En el fondo Harrison piensa que Paul tiene razón; existen demasiados inocentes con las almas llenas de deseos recorriendo o vagando por las calles de Liverpool, como también existen cobardes arrogantes, prepotentes, locos…encantadores algunos, hay que admitirlo, que gustan de burlarse del mal o bien ajeno. John Lennon y Richard Starkey hacen parte de ese miserable grupo… ¡Harrison debió haberlo imaginado desde el principio! Ringo era demasiado amable, demasiado lindo, demasiado alegre, con unos ojos grandes y azules demasiado encantadores… ¡Demasiado de todo para ser bueno! Lo más seguro es que todo fuera una cruel treta, Richard sólo quería engañar a un inocente adolescente enamorado y burlarse de él con aquello sonrisa mal habida que tenía… ¡Y George Harrison había caído totalmente! ¡Una total vergüenza!

Harrison vuelve a fijar sus ojos en su amigo, que con las mejillas coloradas del coraje aún vocifera en balbuceos. Se da cuenta por un momento de lucidez, que Paul anda tan o más perdido que él en la vida, su amigo siempre ha sido un perfeccionista innato, alguien que se preocupa demasiado por como se ve ante el resto, pero basta mirarlo ahora para darse cuenta de lo mucho que ha cambiado desde hace unos 5 años. Al principio  John sólo era una pequeña influencia, una mala, pero pequeña al fin y al cabo; pero los últimos dos años no sólo ha logrado que Paul casi sea expulsado del instituto, o que fume o que se haya puesto un maldito tatuaje en el interior de la muñeca para acompañar el brillante piercing que se puso a los trece, no, ha logrado que McCartney olvide todo aquello que lo representaba, que ahora sólo sea  una pobre sombra de lo que era antes.

Richard por otro lado nunca le hizo o dijo nada malo a George, el chico siempre fue sólo sonrisas amables y cálidas, palabras suaves y tranquilas, roces leves y electrizantes. Harrison siempre se sintió querido para Ringo, así fuera como uno pequeño, molesto y acosador compañero. Aunque los últimos sucesos han hecho que él comience a dudar de ello, porque después de todo si ello hubieran sido tan buenos amigos… ¿Por qué Richard se había marchado sin decir adiós? Tal vez todo era sólo la imaginación activa de George, Tal vez Richard nunca lo vio como alguien importante, al menos no en el mismo nivel con el que Harrison lo hacía…


— ¿Qué sobre ti? — El murmuro de Paul lo trae nuevamente.
— No creo que vaya a la universidad — Harrison hace una mueca y trata de despejar sus pensamientos—. No creo que vaya a algún lado, estoy más bien estancado acá en Liverpool.
— Yo iré a Manchester en unos días, una prima mía me ha invitado ¿por qué no vienes conmigo? Estaré apenas una semana ¿qué dices?
— Si me has invitado he de imaginar que no seré una carga, así que por supuesto que acepto.


Ambos amigos se sonríen. George en verdad espera que el viaje sea de provecho tanto para Paul como para él.
Debido a que deviantart no me deja subir el documento completo, he tenido que dividirlo en dos. 
Lamento los inconvenientes.
© 2014 - 2024 Sieg-Phantomhive
Comments6
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Kimitami's avatar
vaya! amo tu historia y amo como transformas a Lennon en practicamente un delincuente xD , me encanta tu historia!!